Entre el cero y el uno se halla toda la tensión original nutrida de misterio y materia de la vida.
El cero, ráfaga insigne, tierno temible, que no es número natural ni cuerpo invencible, existe para la nada, para el duro dominio de lo incomprensible, la dimensión libre, delgada, desconocida, inane, eterna grandeza del vacío hipotético, descubierto, pensado al tiempo en varios puntos de la Tierra, para resolver el camino hacia la primera energía primitiva, sangre y lágrimas lloradas donde brotan claveles.
Un abismo, ardiente y grande como un relámpago, separan a cero y uno, urna oscura de imposible acceso para el hombre.
Solo en la asociación amanecida de lo imposible, el diez es final de un camino, pradera donde galopa, inclemente, celestial, la matemática.
Ceros y unos de longitud ene para la informática, secreto bordado en lo profundo de la tecnología, que unirá arte y matemática en los ordenadores universos de las pautas repetidas, fórmulas intuitivas de la geometría de la naturaleza que desembocará en lo fractal, explosión infinita de creatividad digital conquistado a lo líquido, a lo frío, a la luz inerte, latitud secreta de colores en las células algorítmicas del arte.
Cuánto me alegro de poder disfrutar de entradas como estas. Gracias.
Por cierto, en un poste de la luz fuera de mi colegio,hay una hiedra enredad en forma de cono con las mismas características foliares de la de tu foto del otro día. ¡Y está empezando a forecer! Cada vez que la vea me acordaré, irremediablemente, de ti.
Un perfecto fractal para componer una imagen. Siempre encuentras belleza donde otros no la vemos a simple vista. A mi se me escapan muchos detalles de las plantas cuando salgo de paseo..Es perfecta, Marce Un beso.
Gracias por tus comentarios. Salomé. Como siempre no puedo comentar en tu blog El caminar a ciegas agudiza nuestro sentido de la orientación a través de la medida de nuestros pasos, de saber lo que queda por el aire que se respira, por el tacto leido en otras ocasiones, aprendemos a leer en el roce del aire, de los sonidos....La niebla en la montaña nos hace precisar de un conocimiento especial de su orografía.
A veces pienso que que el fotógrafo no hace otra cosa que retratos de si mismo, retratos de retazos internos de los que muchas veces no se sabe poseedor. Lo creo porque cada foto lleva impresa la mirada de quien la hizo. Y la mirada lleva impresa un estado de ánimo, una sensibilidad y un sentido estético único.
En esta foto veo un sol, un sol verde brotando con la fuerza de quien es capaz de nutrirse en medio de la aridez de la arena y la belleza de quien se contempla como parte de un universo fractal. Así veo esta foto y así veo al fotógrafo, a ti. un beso lleno de admiración.
Dorisalon.Como con otras perosnas no me suben los comentarios a bloger, el tener que elegir perfil para comentar no me funciona en mi blog...................Me recuerda, tu planta, a Adenostyles y a Doronicum, por sus hojas grandes y su escapos florales. Gracias, no conocía esa especie de las compuestas.
17 comentarios:
Belleza en universo de la vida
que has descubierto sólo si la ves.
Unha aperta
¡Qué perfección!! Boas tardes, Marce!
Entre el cero y el uno
se halla toda la tensión original
nutrida de misterio y materia de la vida.
El cero, ráfaga insigne, tierno temible,
que no es número natural ni cuerpo invencible,
existe para la nada, para el duro dominio
de lo incomprensible, la dimensión libre, delgada,
desconocida, inane, eterna grandeza
del vacío hipotético, descubierto, pensado
al tiempo en varios puntos de la Tierra,
para resolver el camino hacia la primera
energía primitiva, sangre y lágrimas
lloradas donde brotan claveles.
Un abismo, ardiente y grande como un relámpago,
separan a cero y uno, urna oscura
de imposible acceso para el hombre.
Solo en la asociación amanecida de lo imposible,
el diez es final de un camino, pradera donde galopa, inclemente, celestial, la matemática.
Ceros y unos de longitud ene para la informática,
secreto bordado en lo profundo de la tecnología,
que unirá arte y matemática en los ordenadores
universos de las pautas repetidas, fórmulas
intuitivas de la geometría de la naturaleza
que desembocará en lo fractal,
explosión infinita de creatividad digital
conquistado a lo líquido, a lo frío, a la luz inerte,
latitud secreta de colores
en las células algorítmicas del arte.
Tomado de Fractalia, de Carlos Escartín
Tienes razón y si entrecierro los ojos puedo ver hasta el brillo de los fractales.
De tan sencillo, tan hermoso.
por aquí también hay mandalas...
beso*
Calidoscopio verde que se muestra a los ojos de quien lo quiera ver.
Naturalmente bello
Un abrazo
Cuánto me alegro de poder disfrutar de entradas como estas. Gracias.
Por cierto, en un poste de la luz fuera de mi colegio,hay una hiedra enredad en forma de cono con las mismas características foliares de la de tu foto del otro día. ¡Y está empezando a forecer! Cada vez que la vea me acordaré, irremediablemente, de ti.
Besos
Me han faltado unas cuantas letras, pero se entiende, verdad?
Nature is fantastic. I love your blog.
Un perfecto fractal para componer una imagen. Siempre encuentras belleza donde otros no la vemos a simple vista. A mi se me escapan muchos detalles de las plantas cuando salgo de paseo..Es perfecta, Marce
Un beso.
Es muy bonita, aunque inquietante al mismo tiempo: si la miras muy fijamente durante un rato, el centro se diría una boca abierta... Saludos
Gracias por tus comentarios. Salomé. Como siempre no puedo comentar en tu blog
El caminar a ciegas agudiza nuestro sentido de la orientación a través de la medida de nuestros pasos, de saber lo que queda por el aire que se respira, por el tacto leido en otras ocasiones, aprendemos a leer en el roce del aire, de los sonidos....La niebla en la montaña nos hace precisar de un conocimiento especial de su orografía.
Saludos.
Espectacular el fractal y la toma.
Me maravillan todas las plantas que crecen en la arena.
Un abrazo y boas noites***
Hola Marce, he entrado en tu blog a través del blog de Elvira y me he quedado un rato recreándome. Muy bonito, me hago seguidora
A veces pienso que que el fotógrafo no hace otra cosa que retratos de si mismo, retratos de retazos internos de los que muchas veces no se sabe poseedor.
Lo creo porque cada foto lleva impresa la mirada de quien la hizo. Y la mirada lleva impresa un estado de ánimo, una sensibilidad y un sentido estético único.
En esta foto veo un sol, un sol verde brotando con la fuerza de quien es capaz de nutrirse en medio de la aridez de la arena y la belleza de quien se contempla como parte de un universo fractal.
Así veo esta foto y así veo al fotógrafo, a ti.
un beso lleno de admiración.
M.C.
Dorisalon.Como con otras perosnas no me suben los comentarios a bloger, el tener que elegir perfil para comentar no me funciona en mi blog...................Me recuerda, tu planta, a Adenostyles y a Doronicum, por sus hojas grandes y su escapos florales.
Gracias, no conocía esa especie de las compuestas.
Reflejar la belleza de la naturaleza es difícil, pero tu la bordas.
Saludos.
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