Qué sería de la humanidad sin la posibilidad de retener una imagen o de no poder grabar los sonidos (Quizá nuestra memoria fotográfica sería más efectiva ¿ )
Henry Talbot ( aquel inquieto de la cámara y los aluros de plata) logró imprimir las primeras imágenes sobre un papel sensible a la luz. Gracias Talbot.
No sentir aquellas grabaciones del metal pausado y medio roto, quejumbroso, de Billie Holliday, la pulsación sobre el piano de Monk o el saxo de Parker. Son dos grandes medios que ponen a nuestra disposición poder traer el pasado al presente, restaurarlo constantemente, dándole cada vez un aire nuevo que nos ayuda a mantenerlo, es soporte de nuestra necesidad humana de recordar. La magia de la imagen congelada y la música, junto con nuestro olfato; ese que nos trae recuerdos inolvidables a través de un olor, de una fragancia, nos transporta a esos momentos que nos produce la sensación de estarlo reviviendo, de volver a aquel instante.
Algo tan primitivo como es el olor de esa esencia que subyace, de una imagen recordada, desencadena la parte más animal de nosotros. Mas allá se extiende la sombra del pasado que ya no es nuestro, sólo en la fotografía el pasado se nos hace presente, lo instantáneo de hace tiempo sucede delante de nuestros ojos hechizados, no es intemporal, es una hora exacta de un día determinado.
Asistimos a un momento en que la imagen, la tiranía de la imagen, desplaza o casi anula la palabra. Siempre hay una relación fuertemente distante entre la imagen y su interpretación.
La foto solo capta el instante, el momento entre millones de instantes, la palabra nos transmite la historia que conserva la memoria que mana de la contemplación de la suma de instantes.
Cientos de fotogramas unidos transmiten todo un proceso que se desencadena en nuestro interior, hilo emociones en donde se enlazan las palabras. Un solo instante nos centra en lo inalcanzable, lo inexplicable, de ahí su atracción.
En la observación de una sonrisa adivinamos la alegría pero no su causa.
Cada foto es una estimulación del recuerdo.